16-08-1920
Bukowski. Realismo sucio. Pulp Fiction. Exhibicionismo Literario.
En este mundo decir la verdad es sucio. Indecente. Inapropiado.
En este mundo ir sin filtro y sin máscara es peligroso. Está prohibido. Es asqueroso.
En este mundo la autenticidad es un delito.
En este mundo el alma humana al desnudo es una provocación inaceptable y vergonzosa.
Pero no es obscena la esclavitud, ni el maltrato, ni la violencia, ni la corrupción, ni la guerra, ni el trabajo infantil, ni la trata de personas, ni la corrupción, ni la impunidad, ni el hambre, ni la precariedad, ni la desigualdad, ni la opresión, ni la represión, ni la censura, ni la dictadura, ni la hipocresía, ni la explotación, ni la degradación, ni la violación de los derechos humanos, ni el expolio, ni la negligencia, ni el genocidio.
No. Eso no. Eso está muy bien.
Pero la poesía de Bukowski…
La poesía de Bukowski es realismo sucio.

Nadie sino tú

Nadie puede salvarte sino
tú mismo.
Te verás una y otra vez
en situaciones casi imposibles.
Intentarán una y otra vez,
por medio de subterfugios, engaños o
por la fuerza
que renuncies, te des por vencido y/o mueras lentamente
por dentro.

Nadie puede salvarte sino
tú mismo
Y será muy fácil desfallecer,
tan fácil,
Pero no desfallezcas, no, no.
Limítate a mirarlos.
Escucharlos.
¿Quieres ser así?
¿Un ser sin cara, sin mente,
sin corazón?
¿Quieres experimentar
la muerte antes de la muerte?

Nadie puede salvarte sino
tú mismo
Y mereces salvarte.
No es una guerra fácil de ganar,
pero si algo merece la pena ganar,
es esto.

Piénsalo.
Piensa en salvarte a ti mismo.
Tu espíritu.
Tus entrañas.
Tu parte mágica y ebria.
Tu belleza.
Sálvala.
No te unas a los muertos de espíritu.

Mantente en pie
con humor y gracia.
Y al final,
si es necesario,
apuesta tu propia vida mientras luchas.
A la mierda las probabilidades,
a la mierda el precio.

Nadie puede salvarte sino
tú mismo.
¡Hazlo! ¡Hazlo!
Entonces sabrás exactamente de
qué hablo.