En Argentina se realizan 450.000 abortos al año.
Las complicaciones derivadas de los abortos clandestinos son la principal causa de muerte materna.
Estos datos existen y seguirán siendo ciertos por mucho que les pese a los que están en contra de la legalización.
No se trata de estar a favor o en contra del aborto.
Se trata de legalizar una práctica que ya existe para que sea accesible y segura.
Cada uno tiene derecho a pensar y a hacer lo que quiera.
Que el aborto sea legal no lo vuelve obligatorio.
Me cuesta entender cómo puede haber tanta hipocresía y falsa moral.
Si un aborto clandestino cuesta lo mismo que el ingreso mensual promedio de una mujer argentina.
Si un aborto clandestino cuesta 10 veces más de lo que ingresa al mes una mujer pobre.
¿Entonces?
¿Es una impresión mía?
¿O estar en contra del aborto legal es como estar indirectamente a favor de que sigan muriendo adolescentes de clase baja?
Porque las mujeres que quieran abortar no dejarán de hacerlo.
Y las que puedan pagarlo no correrán el riesgo.
Pero las que no puedan seguirán abortando igual, por más ilegal que sea, como hacen hoy, en condiciones que ponen en riesgo sus vidas.
Las que no puedan seguirán abortando igual y muriendo cada día.